Durante la sesión, la cámara se llena con aire comprimido. A medida que aumenta la presión, puede sentir una leve molestia en los oídos, similar a la que se experimenta en un avión. Para aliviarla, se recomienda tragar saliva, masticar chicle o bostezar. También es normal sentir algo de calor o sequedad en la boca al inicio. Una vez estabilizada la presión, podrá relajarse, dormir, leer o escuchar música cómodamente.

Cada sesión dura aproximadamente una hora. Se recomiendan entre 5 a 10 sesiones, según el caso y los objetivos terapéuticos.

Sí, es completamente segura. Utiliza aire ambiente presurizado en combinación con un concentrador de oxígeno, lo que elimina riesgos de inflamabilidad. Aun así, debe evitarse fumar o usar objetos calientes cerca de la cámara.

El más común es la molestia en los oídos durante la presurización. Algunas personas pueden sentirse cansadas o con un leve mareo después de la primera sesión. Esto es normal y refleja la activación del metabolismo y procesos de desintoxicación del cuerpo.

Sí. Es altamente beneficiosa, ya que mejora la oxigenación celular, ayuda a regenerar tejidos y retrasa el envejecimiento natural.

Sí. Ha mostrado excelentes resultados en niños, especialmente en casos de lesiones neurológicas o trastornos genéticos. Menores de 16 años deben ingresar acompañados por un adulto.

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